La serigrafía textil es la técnica que más nos representa. Es muy antigua y, aunque hoy en día está asistida por máquinas, no deja de ser un proceso artesanal.
Es el método más utilizado y que mejor resultado da para grandes cantidades. Se realiza a partir de unas mallas tensadas llamadas pantallas (1 por cada color) haciendo pasar las tintas a través de ellas y estampando directamente sobre la prenda.
La pantalla una vez hecha se puede guardar y sirve para posteriores pedidos sin tener que volver a pagar por ella.
Permite resultados de alta calidad y un máximo respeto de los colores. Se puede utilizar prácticamente sobre todos los soportes planos. El proceso de serigrafía es bastante complicado de explicar pero los 3 elementos principales que participan en el proceso son los fotolitos, las pantallas y las tintas. Esto determina los gastos técnicos.